Es hora de resignificar la menopausia. ⠀
Durante mucho tiempo, la menopausia se ha manejado como un diagnóstico, como si fuera una enfermedad, y sus dones se pasan por alto en favor de sus desafíos. ⠀
Las mujeres tienen un valor inherente a la sociedad que se extiende mucho más allá de la maternidad. En otros tiempos, solía ser la tradición que en la segunda fase de la vida de una mujer su valor era más atesorado porque durante ese tiempo las mujeres servían como sanadoras y poseedoras de sabiduría. En las culturas antiguas, cuando uno buscaba salud y bienestar, la primera parada era la reverenciada y sabia mujer de mediana edad que era vista como un miembro apreciado de la sociedad y una fuente de sabiduría.
¿Qué es exactamente la sabiduría de la mediana edad?
Es entender los cambios que atraviesa el cuerpo en la transición hacia la menopausia y más allá.
Es honrar el fin de nuestros años fértiles para tener bebés, entendiendo que siempre seremos fértiles para nuestros proyectos de vida.
Es abrazar los cambios que experimentas y amarte a ti misma a pesar de los desafíos.
Es aceptar con gracia las arrugas, las canas y la gravedad (aclarando aquí, que está muy bien y es parte de una buena salud cuidarte, mimarte y acicalarte).
Es aprender a eludir inteligentemente las llamadas “enfermedades propias de la edad” (que en realidad son enfermedades metabólicas y por lo tanto no son normales).
Es aprender a decir NO y expresar nuestra verdad, desde el amor, para el bien mayor de todos. ⠀
Es encontrar una manera de retribuirle a la sociedad. ⠀
Es ser amable, servicial y compasiva, abriendo el camino a nuestras hermanas menores que vienen.
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Juntas, cambiemos la forma en que la cultura ve el envejecimiento. Cuidémonos y mostrémosle al mundo que todo es posible cuando le damos prioridad al bienestar de nuestro cuerpo-mente-alma.
¿Y tú? ¿Cómo ves esta etapa de la vida? ¿Con apertura o con aprensión? ¿Has pensado en cómo puedes hacerte cargo de tu salud y bienestar en esta etapa de la vida?