Esas sustancias que alteran tu equilibrio hormonal

 

Parabenos, ftalatos, sulfatos, propilenglicoles, fragancias, formaldeído, glifosato, bisfenoles, pfoa, pfc, benceno, amoníaco, metales pesados… la lista de sustancias tóxicas en nuestros alimentos, productos de uso personal, limpieza, ropa, enseres, ambiente… es inmensa!

 

Y entran continuamente a nuestro cuerpo a través de la boca, nariz, piel, mucosas…

 

El detalle está en que transcurre un tiempo entre la causa y el efecto. Vas acumulando estos químicos en tu cuerpo y no sabes cuándo podrían desencadenar un efecto negativo. Esto puede ser muy variable, según el tipo y cantidad de la sustancia, tu estado de salud y capacidad para procesarlos.

 

Muchas de estas sustancias son potenciales alergenos, neurotóxicos, cancerígenos y disruptores endocrinos. Los llamados xenoestrógenos imitan el comportamiento de los estrógenos, afectando tus glándulas endocrinas, tiroides, páncreas, timo, glándulas suprarrenales, ovarios… y en consecuencia alteran tu equilibrio hormonal.

 

Si tienes menstruaciones irregulares y abundantes, quistes, fibromas, dolor en los senos, cambios de humor, insomnio, sofocos y sudores nocturnos, baja libido… es probable que tengas una predominancia de estrógenos. El balance entre estrógenos y progesterona está alterado porque no metabolizas adecuadamente tus propios estrógenos (por mala alimentación, estrés, falta de ejercicio y un hígado e intestinos congestionados). Si además están presentes estas sustancias tóxicas que imitan nuestro estrógeno, se produce un exceso aún mayor.

 

El hígado es el que se encarga de filtrar estas toxinas y hormonas metabolizadas y las procesa para ser eliminadas a través de los riñones e intestinos, pero su capacidad de limpieza no es ilimitada! Lo que no eliminamos puede almacenarse en nuestro tejido graso, óseo y muscular, en nuestras articulaciones o quedar circulando en la sangre…