Primero aclaremos que lo que se atrasa es la ovulación, pues la fase lútea o premenstrual suele conservar sus tiempos promedios de 12-14 días (máximo 16). Es decir, ovulas tarde, por lo tanto la menstruación llega luego de la fecha acostumbrada.
Aquí es importante observar:
- El ciclo promedio está entre 21 y 35 días. Es recomendable llevar un registro para que sepas cuál es tu promedio personal y en base a eso puedas analizar si se trata de un atraso puntual o es algo recurrente que requiera más atención.
- ¿Has tenido más estrés del usual? El estrés puede atrasar la ovulación. Esto es una medida de seguridad que toma nuestro cuerpo: “Estamos en una situación difícil, no es momento para tener bebés”.
- ¿Cómo estás comiendo? Si no estás comiendo lo suficiente, o tu alimentación no es densa en nutrientes, el cuerpo también lo toma como una señal de alarma y le da prioridad a otras funciones que son vitales. Necesitas nutrientes de calidad para construir hormonas.
- ¿Estás realizando ejercicio muy intenso? Sabemos que el ejercicio es importante, pero el tipo de ejercicio también lo es. El exceso de ejercicio de alta intensidad puede resultar estresante para el cuerpo y esto puede afectar tu ciclo menstrual. Es importante honrar las fases de tu ciclo y ejercitarte acorde a la energía que tengas en cada fase. Busca mi post sobre el ejercicio para más detalles.
- ¿Perimenopausia? A partir de los 40 años (comúnmente 45) entramos en esta etapa de cambios graduales en camino hacia la menopausia. Uno de los síntomas comunes son los ciclos irregulares.
- Toma nota si tienes otros síntomas como dolor de vientre y senos, acné, fatiga, caída de cabello, baja libido, sofocos… ya que estos pueden ser indicadores de desequilibrio hormonal.
Recuerda que la ovulación es la estrella del ciclo menstrual y tu menstruación es tu reporte mensual que te indica cómo está tu salud general.
Honra tu ciclo mujer y da gracias por él