Los seres humanos han ayunado desde el principio de los tiempos. No sólo de manera terapéutica e intuitiva, sino porque en tiempos antiguos no siempre había alimento disponible. Hoy en día tenemos acceso inmediato a cualquier producto. Incluso los animales, cuando se sienten enfermos, ayunan por instinto. Sin embargo, el hombre moderno come cuando no tiene hambre porque “hay que comer” y Dios libre que no comas si estás enfermo porque “necesitas comida para recuperarte”.
Me introduje en el mundo del ayuno hace más de 10 años cuando estudié Naturopatía y pude comprobar en mi cuerpo sus beneficios. En síntesis, se trata de darle un descanso al sistema digestivo para que el organismo tenga chance de enfocarse en desintoxicarse, sanar y regenerarse.
Lo más recomendable es realizar un proceso gradual para evitar sentirnos mal o tener efectos secundarios que puedan comprometer la salud. Estas son, en mi opinión y la de muchos expertos, las FASES que deberíamos cumplir para hacer un ayuno responsable:
- Comer comida REAL. Si tu alimentación diaria está llena de azúcar, harinas, procesados y comida chatarra, entrar de plano a hacer ayuno puede, no sólo ser difícil de llevar, sino perjudicial para tu salud.
- Reducir el número de comidas que haces al día. Lo ideal es hacer 3 comidas principales densas en nutrientes y NO comer meriendas. Cuando te sientas cómoda con esto, puedes pasar a la siguiente fase.
- Comenzar con ayunos intermitentes. Primero de 12 horas, por ejemplo si desayunas a las 7am, cenas a las 7pm. Luego gradualmente puedes hacer 13 y 16 horas. Cuando te sientas cómoda con esto pasas a la siguiente fase.
- Hacer 2 comidas al día o 1 comida al día.
- Hacer ayuno de 1 día completo, 1 vez por semana.
- Hacer 2 o 3 días de ayuno, 1 vez al mes o cada 2-3 meses.
Se dice que el ayuno es como un músculo que hay que ejercitar. Al hacerlo gradualmente, tu cuerpo se irá acostumbrando y lo asimilará mejor.
Los ayunos pueden ser de agua solamente (a la cual recomiendo añadir una pizca de sal marina o rosada), o puedes incluir infusiones de hierbas. También puedes consumir algunas bebidas como agua de coco o caldo de huesos, dependiendo de lo que te pida el cuerpo y del objetivo de tu ayuno.
Es importante que escuches siempre a tu cuerpo, pares si sientes que algo no va bien, y que lo hagas guiada de un profesional o terapeuta de salud, especialmente si tienes alguna patología importante.
Ayunar no es sólo un proceso físico, también ocurre un movimiento emocional cuando dejamos de comer y podemos sentir miedo, ansiedad, rabia…
Como consecuencia del ayuno es posible que pierdas peso, pero el fin último no es hacer dieta sino mejorar tu salud. Al estar en salud, tu cuerpo naturalmente se ajustará a su peso ideal.